martes, 9 de junio de 2015

Consummatum Est - César Pérez Gellida

CONSUMMATUM EST - CÉSAR PÉREZ GELLIDA

"En la pequeña localidad islandesa de Grindavik amanece con todos los miembros de una misma familia brutalmente asesinados. En uno de los países del mundo con menor tasa de homicidios por habitante, el comisario de la Brigada de Homicidios de Reykjavik, Ólafur Olafsson, se enfrenta al caso más escabroso que ha visto justo en el ocaso de su carrera profesional.
Pero muy pronto todas las pistas empiezan a apuntar hacia un sofisticado asesino en serie, Augusto Ledesma, que durante varios años ha ido componiendo una siniestra poética de versos regados de sangre a lo largo y ancho de Europa.
 
Ante tales evidencias, la INTERPOL decide poner al frente del caso al jefe de la Unidad de Búsqueda Internacional de Prófugos, Robert. J. Michelson, que se rodeará de un grupo especial integrado por algunos «viejos conocidos» del asesino. En Consummatum est el lector asistirá al ansiado desenlace de una trilogía —Versos, Canciones y trocitos de carne—, que ha robado el sueño a quienes leyeron Memento mori y continuaron recorriendo los laberintos de la mente criminal con Dies irae. El singular y novedoso estilo narrativo de Pérez Gellida promete no dejar a nadie indiferente en este magistral e imprevisible acto final."

IMPRESIONES
Nota global: 8.5

Por fin he llegado hasta esta tercera y última parte de una trilogía que en su conjunto, merece muchísimo la pena. Lo he postergado un tiempo porque para mi eran tan intensas, que leerlas de un tirón me suponía un esfuerzo mental importante. Así que una vez saboreadas cada parte, voy a hablaros de la que pone el broche final a la historia.

Esta vez los hechos se relatan en varios lugares: Islandia, Valladolid, Londres... lo que nos permite que nuestra imaginación no se estanque en un sitio determinado y por tanto, no nos aburra, todo lo contrario, el hecho de ir cambiando hace que todo sea más llevadero. Es una dificultad añadida, pues en ocasiones tantos escenarios diferentes nos despistan, pero en este caso el autor lo hace con una maestría maravillosa.
Si nos centramos en la trama, podemos decir que está totalmente vinculada a las otras dos partes de la trilogía. ¿Es necesario leerse las anteriores? mi respuesta es sí, no exclusivamente porque no se pueda seguir el hilo narrativo, si no porque todo cobra mucho más sentido sabiendo lo que ha ocurrido con detalle. Consummatum Est es el punto final de todos los personajes, lo que todos buscamos cuando empezamos a leer la primera parte, pero sin lo anterior no disfrutaríamos igual del desenlace.
En general es una serie de novelas que merecen ser leídas con dedicación y deleite una por una, sin obsesionarse con el final, disfrutando de cada etapa como si fueran independientes. Pero lo que está claro es que nada tendría sentido sin esta última parte.
Lo que nos encontramos cuando abrimos este libro es ante todo novela negra, no se puede negar que es el pilar fundamental, pero si buceamos un poco, también hay amor (por uno mismo y por alguien especial), música (independientemente de que coincidamos en gustos), venganza, poemas, misterio... todo ello hacen que leeamos sobre diferentes temas, que no llegues a cansarte ni estés deseando cerrar la novela para cambiar de tercio.

La progresión de los personajes es importantísima, ha sido una de las cosas que más me ha impresionado. Hablaré por ejemplo de Sancho, alma de toda la novela, con quien compartimos penas y alegrías, decepciones, soledad, angustia, venganza... tantas cosas que al terminar lo sentiremos como un amigo, alguien que ha pasado por situaciones que desestabilizarían a cualquiera y por el que nos nacerán las ganas de abrazarlo, de quererlo y guardarlo como parte de nuestros mejores recuerdos.
César Pérez Gellida
Incluso cuando hablemos de Augusto, personaje tan despiadado y especial, entablaremos un sentimiento de empatía, tratando de entender el motivo de sus actos, de comprender y perdonar todo aquello que le ha llevado a comportarse de esa manera que ya le identifica.
La relación que surge entre ambos es especialmente adictiva para el lector, llegando en ocasiones a no dar importancia a lo demás, solo lo que tengan que contarse estos dos viejos conocidos, ya que al fin y al cabo, es lo que mueve interiormente la novela. Con esto no digo que debamos centrarnos tan solo en ellos, si no que su historia es tan intensa, tan fuerte y de tanto calado, que se merece un análisis aparte cuando cerramos el libro.
El resto de personajes no hay que perderlos de vista: a Erika, Gracia, Michelson, Olafsson... cada uno de ellos tiene algo personal que contarnos, su propia historia, que enlaza perfectamente con Augusto y Sancho, de manera que conforman un todo de sobresaliente para esta trilogía.

No quiero contar mucho más porque creo que, en este caso, dar demasiados detalles le quitaría la magia de leer a César, donde cada página es una sorpresa, un vuelco a la historia. Si tuviera que quedarme con una de las tres partes, sin duda elegiría esta última, por ser quizás donde hay más corazón, donde los personajes se desnudan definitivamente para permitir al lector ser partícipe de sus vidas, sin matices y sin tratar de ser mejores a sus ojos, símplemente siendo puros cien por cien.



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