Como ya comenté, es la segunda parte de "Encontrando a Silvia", en esta nueva etapa, los personajes dan un giro radical a su personalidad, ya no son la Silvia divertida, la que necesita un filtro en su garganta al decir lo que piensa, ya no es ese Álvaro frío, calculador, que se mira continuamente su ombligo, ya no es ese Gabriel mimoso y lleno de futuro. Las consecuencias que tiene desemboca en una trama verdaderamente intensa, que nos provocará la duda sobre qué es lo que quiere cada uno en la vida, y si llegarán a conseguirlo.
IMPRESIONES.
Nota global 7.5. Como viene siendo habitual en la autora y sus novelas, consigue mantenerte siempre en una montaña rusa de emociones, a veces sientes empatía por uno de los personajes, al rato piensas "qué narices está haciendo éste"... Te enseña a través de ellos que no es egoísmo tomar decisiones pensando en uno mismo, es simplemente encaminar tu vida hacia lo que te hace realmente feliz, le pese a quien le pese, porque al fin y al cabo, vas a ser tú quien viva cada uno de los días con esa decisión a cuestas, y más vale que sea la que te haga ser feliz.
Nos cuenta que esas decisiones, cuando no han sido las acertadas, no te hacen arrepentirte, pues han sido tomadas por el corazón, simplemente hacen que veas con más claridad hacia dónde quieres encaminar tus pasos de nuevo, y que, con un poco de perseverancia, acabarás consiguiendo aquello que deseas.
Es una novela que habla de la vida en general, de los sentimientos, de cosas que en mayor o menor medida nos puede tocar vivir, y de que a veces, cuando persigues tus sueños los acabas encontrando.
La nueva lectura es "La tristeza del samurái" de Víctor del Árbol, un autor del que ya leí una novela, y a pesar de que me costó un poquito meterme en la trama, al final me acabó gustando, a ver qué tal se desarrolla ésta. Saludoss!!
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